6/25/2022

Consideraciones sobre el análisis político: III. ¿La "guerra de Putin"?

Consideraciones sobre el análisis político

III. ¿La "guerra de Putin"?

Armando Palacios-Sommer

 

I. El sesgo por el presente, lo "permanente" y la ignorancia en cuanto al pasado

Existe cierta fascinación que sólo puede ser vista como extraña, cuando no pobre, en lo que pasa por análisis político: el amor por el acontecimiento o la ocurrencia del día. En cierta forma, ese tipo de "análisis" es, en realidad, una forma de periodismo elegante o, más divertido, una forma de periodismo glorificado. Lamentablemente, el periodismo, una profesión de gran importancia en una sociedad libre, es una actividad de alto riesgo en nuestro país, a pesar de todas las garantías de derechos humanos y defensa a la profesión muy mal pagada. Además, se ha visto afectada por el gusto de interpretar, no de reportar con la mayor objetividad posible, los acontecimientos. A veces cuesta trabajo distinguir la página de opinión de los reportajes.

La gente que insiste en vivir el momento debería dedicarse al periodismo, al menos como se practica desde que iniciara el ciclo de 24/7/365 con las noticias. El costo ha sido que se tiene una memoria de días o de horas. Lo que pasaba hace un mes es una noticia vieja que pronto pasará al olvido. A veces se llega al extremo que lo importante en la mañana deja de serlo porque surge algo "más importante" en el transcurso del día. Claro, pasa al olvido hasta que resulta que el problema sigue ahí, aunque peor. ¿Quién determina lo que es y lo que no es importante? ¿El mercado y las posibles ganancias que se derivan de mantener al público atento a las "noticias"? ¿El gobierno nacional que, usando a los medios de comunicación, mantiene distraída e idiotizada a la ciudadanía? ¿La ignorancia y arrogancia de quienes creen saber lo suficiente sobre la política, esos que exigen el chisme del día?

La obsesión es reportar sobre lo que ocurre aquí y ahora, resaltar el drama de uno, dos o tres personajes que, por alguna razón no siempre clara, son importantes para la historia que se va a contar. El que esos dos o tres personajes estén al frente de cientos o miles de personas en un gobierno pasa a ser irrelevante. Todo es cuestión de ver al líder. Esto no deja de ser irónico en la "época de la democracia". Como sea, la historia que se presenta debe ser verdadera porque en muy raras ocasiones se cuestiona si es posible otro escenario con los mismos agentes. Por alguna razón, quien escribe esa historia sabe que no hay posibilidad alguna que haya pasado de otra manera lo que describe. Hay un escenario posible, sin más. Asimismo, importa decir lo que pasa sin en realidad ofrecer razones en cuanto a por qué es que pasa eso. ¿En realidad son confiables las fuentes en las que basa sus aseveraciones? ¿Tienen suficiente información como para que compartan lo importante y no sólo lo que llegaron a escuchar? ¿Qué tanto se atienen a los hechos y qué tanto se atienen a lo que creen o a lo que interpretan a partir lo que escucharon o vieron? Misterio. Aun así, se consume esas hamburguesas de McDonald's como si fuera un manjar.

Rara vez se recurre a explicaciones que den claridad en cuanto a la causalidad (por considerar la forma tradicional de análisis) o que consideren mecanismos (una forma más reciente y útil para tratar de explicar y entender la realidad). No deja de ser curioso, o preocupante, cuando todo lo que se ofrece en esa historia depende de una variable no especificada, como si en el mundo real todo ocurriera por una causa o un mecanismo. No es de extrañar, entonces, que lo que ocurra en otros ámbitos no sea relevante para entender ese acontecimiento específico que interesa. Ya se tiene a la figura trágica, o a las figuras trágicas. Con eso basta. Lo notable es que haya poca curiosidad por ver más allá de lo que se reporta. Ocurre lo que no debería sorprender: el éxito de una educación formal en que se capacita a la gente para obtener trabajos, sea que se hable de la educación a nivel licenciatura o a nivel posgrado, no para desarrollar capacidades críticas.

Es irónico que se hable de contar historias y que la visión histórica quede relegada al olvido o se le considere como algo irrelevante. Se deja de lado que lo que ocurre aquí y ahora depende de lo que haya pasado. ¿Hasta qué pasado? Eso sería lo importante. Por ejemplo, sin la centralización de poder en el presidente gracias a la Constitución de 1917 no sería sencillo explicar el sistema presidencialista perverso bajo el que ha vivido este país, uno en que la democratización no podría florecer (a pesar del entusiasmo de académicos y opiniólogos). Determinar cuál es el pasado relevante para aquello que se desea entender es sencillo: es cuestión de consultar a quienes estudian estos temas, no de asumir que se sabe dónde está lo relevante en ese pasado. En la época en que todo mundo tiene una opinión es difícil un acto de humildad de esa naturaleza.

Imagino que se puede alegar que el énfasis en el aquí y ahora es la naturaleza del periodismo y de lo que se cree es el análisis político: mantenernos al tanto de lo que pasa en cada instante, rara vez ofreciendo una explicación y no sólo una descripción o una narración. En tal caso, se puede alegar que es responsabilidad de quienes están en la academia o en centros de investigación dar sentido a ese acontecer diario. Si no lo hacen es asunto con ellos, no de los periodistas. Es posible, sin lugar a dudas. Lo que no se considera con ese tipo de respuestas es que estar informado no sirve de mucho si no se tiene la capacidad y el conocimiento necesario para procesar esa información. Estar informado o no es, para efectos prácticos, lo mismo si se es ignorante.

La opiniología, que es lo que se considera como análisis político y a la que se hace referencia como parámetro para determinar quién tiene o no la razón, es una droga que mucha gente tiene que recibir a diario. Quienes la consumen confunden estar informados o comprar una visión con saber lo que pasa, siendo que explicar lo que pasa es probabilista, no determinista. No sólo eso. Hay toda una historia previa que ayuda a entender por qué se llega a este momento y hay toda una historia a través de diferentes lugares que nos permite ver que lo que vivimos ni es tan original ni tan extraño. ¿Se considera eso en lo que pasa por análisis político en los medios masivos de comunicación? Rara vez o en forma muy limitada.

Mucho de lo que pasa por análisis político sufre de lo que Anthony Downs (1972) detectó con el ciclo de las noticias (aplicable no sólo al tema que analizó en ese momento, la ecología): hay gran interés cuando surge la noticia, ese interés decae con el tiempo y surge interés por algo nuevo, hasta que eso que pasó al olvido se vuelve "problemático" otra vez. Quien lo dude puede empezar a corroborarlo con la atención que se presta a la guerra en Ucrania o, más divertido, a la Covid.

El análisis serio y concienzudo es difícil y no es tarea grata. La mayor parte de la gente, en especial en lo que pasa por gobierno en México, no quiere escuchar malas noticias. Quiere escuchar cómo lograr lo irrealizable (los grandes sueños de la agenda de quien esté al frente de poder ejecutivo) o quiere que se reporten sólo las buenas noticias. Como si esto no fuera poco, un reto adicional en el análisis, y no sólo en México, es que o se explica lo que se sucedió o se busca un pronóstico. No es que no se puedan ofrecer las dos opciones. El problema es que no es sencillo ligarlas en forma coherente. A veces, poder hacer un pronóstico sería lo ideal. Sin embargo, hay demasiado que es ambiguo o confuso en cuanto al posible curso de aquello que se puede entender aquí y ahora, dado lo que se ha aprendido. En parte existe el problema de dar demasiado peso a lo estable, a lo que no cambia -- un ancla lógica para el análisis -- y descuidar lo que cambia, que puede ser una mejor guía para considerar el posible desarrollo de lo que se vive aquí y ahora.

Con ello podemos pasar a una visión general en cuanto a lo que sucede en la guerra en Ucrania. Aclaro que no ofrezco un análisis de lo que pasa pues no es mi área de estudios. Lo único que hago es presentar ciertas consideraciones en cuanto a si la narrativa que ha ganado peso en Occidente es la de ver a Vladimir Putin (2001-) como el culpable de una agresión que no se justifica. Es indudable que el actuar del ejército ruso ha sido brutal, como lo ha sido en otras ocasiones. Es indudable que Putin es un criminal de guerra, como lo han sido algunos presidentes de Estados Unidos. Es indudable que una guerra es algo brutal. A pesar de ello, esas consideraciones que muestran que Putin es responsable de ese acontecimiento en nada explican por qué se tomó esa decisión en el Kremlin. Tal vez sea extraño, incluso ridículo, asumir que es un agente racional. Tal vez no lo sea en este momento, algo que dudo, pero que se haya tomado esa decisión ni la hace irracional -- tal vez una mala o pésima decisión -- ni se puede explicar meramente por lo que haya decidido un individuo. Eso es lo que se considerará en forma general y breve.

En esta entrada no se hará referencia a posibles lecturas adicionales o se buscará un argumento detallado, como en las previas entradas. El interés es más en plantear dudas en cuanto a cómo determinar si aquello que creemos es una explicación en realidad lo es. Nada más.


II. Una guerra que lleva cuatro meses y se había anunciado hace décadas

Antes de proceder al tema de esta entrada, debo comentar algo sobre un acontecimiento en Estados Unidos. En junio 24, viernes, la Suprema Corte declaró que Roe v. Wade ya es historia, es decir, los derechos reproductivos regresan a la época previa a esa decisión (al menos en algunos estados). Por una parte, no es una decisión inesperada, dadas las otras decisiones que ya se habían hecho públicas (disponibles en: https://www.supremecourt.gov/). Tampoco quiere decir que todo el país regrese a una situación como la que existía antes de 1973, al menos por el momento. Por otra parte, lo que es problemático es el conflicto que resulte de esto, siendo que ya empieza a haber un rechazo claro por parte de la ciudadanía o una exaltación que en algunos casos suena preocupante (ver, por ejemplo, Joyce 2024). Alguien gana y alguien pierde. Se puede pensar que esa decisión fortalece el federalismo. Es posible, pero si lo fortalece es también con tintes religiosos y contradictorios (mayor poder a los gobiernos de los estados, no a la ciudadanía, y en cierta forma con la idea que es una nación cristiana) y no sólo seculares y basados en la ciencia.

Lo que pasó en Estados Unidos es importante no sólo por las consecuencias de esa decisión, sino por algo que puede pasar desapercibido: el gobierno nacional de ese país, no sólo la administración de Joe Biden (2021-), está atacando demasiados problemas al mismo tiempo, sean problemas internos o externos. Surge la duda de en qué momento será imposible seguir bajo ese estrés causado por el uso de tantos recursos en tantos problemas (me refiero a personal que trabaja en el gobierno, dinero, material). Surge una posible apertura para otros países que se oponen a la hegemonía que sigue teniendo Estados Unidos. Al mismo tiempo, surge la posibilidad de mayor violencia consecuencia de las divisiones que se siguen consolidando en ese país. Es importante tener en mente esto para considerar lo que pueda representar con la situación en Ucrania. La ciudadanía ya empieza a mostrar mayor interés por su situación que por la situación en otra parte del mundo. Si Estados Unidos regresa al aislamiento que se vivió con Donald J. Trump (2017-21), ¿cuál puede ser el futuro de un bloque que apoye a ese país? A este paso se podría pensar que es mejor apostar a que Rusia va a ganar esa guerra, apuesta que retomo en las conclusiones.

Como he presentado en las dos entradas previas, conviene considerar el tipo de preguntas que podría hacer alguien que se dedica a analizar acontecimientos como la guerra en Ucrania, la que se ha considerado es la peor desde 1939-45. De ahí que haya dominado las noticias del año, aunque ya empiece a notarse cierto cansancio en cuanto al tema. Además, no se puede ignorar que las tragedias venden más y mejor que las "buenas noticias". Aun así, las tragedias llegan a cansar. Es mejor prestar atención a las estrellas de cine o a los deportistas ¿no? Es mejor, mucho mejor, exigir que el gobierno haga algo ante inflación y carestía en el país antes que a lo que sucede entre Ucrania y Rusia.

Antes de proceder, conviene que se revise con cuidado este mapa. No lo comentaré. Lo dejo para diversión de quien lea la entrada. ¿Qué pasaría si este mapa representa una idea que se ha mantenido viva en Rusia desde la época de Hitler (1933-45) y Stalin (1922-52)? Aunque la referencia a "limpiar de Nazis a Ucrania" es ridícula, adquiere un sentido diferente cuando se considera este mapa. En la política es una virtud no ser claro y directo.

 
(NB: no siempre recuerdo de dónde tomé las imágenes, por lo que si no aparece mencionado es por ello.)

Empecemos por lo que se sabe. Sabemos que hay una guerra, cuándo empezó, las razones que se han presentado para ese ataque y lo que se comenta a diario sobre avances, retrocesos, muertes, destrucción, efectos sobre la economía, política y sociedad (para los dos países, la región y el mundo) y posibles consecuencias (que ya incluyen hambruna e inestabilidad). Pero ¿por qué empezó la guerra? ¿Qué explica que se haya tomado esa decisión? Es en lo que me centraré. Se podrían considerar las posibles consecuencias en diferentes plazos (digamos, sobre el suministro de trigo en este año), pero es mejor centrarse en un elemento que evite la inclusión de escenarios futuros, al menos en este momento. Asimismo, evitaré considerar todas las complicaciones posibles. Es diferente buscar entender por qué se tomó una decisión global a tratar de entender las decisiones específicas en ámbitos concretos (estrategias de ataque o retroceso, asignación de tropas, uso de propaganda, control interno de la información, diplomacia con posibles aliados y aliados y confrontación con enemigos o gobiernos no aliados, por ejemplo).

Para tener una mejor idea de por qué inició es necesario repasar algunos hechos que nos ayuden a entender y empezar a responder a esa pregunta. Quien tome una decisión de ese tamaño es alguien que no puede ignorar una serie de acontecimientos previos que dan mayor credibilidad a ciertos escenarios de su interés. No se toman las decisiones en forma abstracta, sino con base en evidencia e interpretaciones sobre esa evidencia. Es por ello que se debe repasar, siquiera someramente, la historia de Rusia, la URSS y Rusia nuevamente y de sus relaciones con quienes ahora son sus enemigos. De ese repaso nos surgirán algunas preguntas adicionales. Debido a la complejidad del tema, a que no podemos responder muchas de esas preguntas, nos damos cuenta que es mejor estudiar, o por lo menos leer, sobre lo que se está discutiendo. La duda: ¿dónde debo buscar esa información? Me centraré en eso y no en un repaso de la historia rusa y de las relaciones diplomáticas, algo que no me resulta factible en una entrada como esta.

El tener una visión panorámica de por qué se llegó a la guerra nos permitirá ver que se presentan diferentes niveles de debate, desde posturas a favor o en contra de Rusia o de Ucrania hasta análisis que buscan desenmarañar lo que llevó a esa confrontación. Podemos detectar, entonces, que quienes estudian el tema no están de acuerdo en cuanto a causas y responsables en cuanto al acercamiento que se fue dando entre Rusia desde la época de Mikhail Gorbachev (1985-91) hasta el alejamiento que se vive actualmente. Eso debería advertirnos sobre la importancia de evitar juicios categóricos ("obviamente, lo que pasa es..." o "..., es decir, sólo puede haber sucedido de esta manera"). A final de cuentas, lo que se busca es entender y explicar por qué ocurrió y por qué continúa para poder decir "por lo que entiendo, parece que la explicación más convincente sobre la guerra es...". Repito algo que ya mencioné en el apartado I: el mundo es probabilista, no determinista. Pasarán años antes que se tenga una mejor idea de qué llevó a esto y a las consecuencias que se vivan en ese futuro.

Para llegar a ese punto en que podamos decir "entiendo esto" se requiere considerar diferentes hipótesis (conjeturas educadas) y centrarse en aquella que sea la mejor opción para lograr el objetivo de entender y explicar. No es que se desee tomar el lugar de experto o de querer conocer en poco tiempo lo que puede llevar una vida para empezar a entender cabalmente. Lo que se debería buscar es ser un consumidor inteligente de información, poder discernir cuándo se está explicando algo o cuándo se nos está vendiendo una historia posible (algo que podría haber sucedido de esa manera, pero que no sabemos si en efecto ocurrió de esa manera). Se puede adelantar, entonces, que el análisis político es un proceso por el que se busca pasar de opiniones (creencias) a algún nivel de conocimiento, en la medida que sea posible. Se busca ser objetivo en la medida que ello sea posible.

Lo que resumo se basa en lo que aparece en medios de comunicación (The Guardian, The Washington Post, Washington Times, El País, Fox News, CNN, Der Spiegel, Financial Times, The Economist, The Kyiv Independent, Foreign Policy, por ejemplo), siendo que merece especial mención Frontline de PBS (https://www.pbs.org/wgbh/frontline/) por la cobertura detallada y cuidadosa sobre Vladimir Putin y la guerra contra Ucrania (los episodios también se encuentran en YouTube); centros de investigación como Rand Corporation (https://www.rand.org/), Center for Strategic and International Studies (https://www.csis.org/), The Brookings Institution (https://www.brookings.edu/), Council on Foreign Relations (https://www.cfr.org/) o Chatham House (https://www.chathamhouse.org/); libros o artículos de académicos reconocidos en estos temas (por ejemplo, Stephen F. Cohen, fallecido, o John J. Mearsheimer del lado de quienes advirtieron del error de expandir a la OTAN con países que habían sido parte de la URSS y de quienes se pueden encontrar pláticas o discusiones en YouTube); libros de pensadores, por controversiales que sean, mencionados por Putin, como Lev Gulimev, Vladimir Zhirinovsky (más político que pensador, aunque sus ideas no se pueden ignorar) o Aleksandr Dugin (se encuentran entrevistas y presentaciones con él en YouTube); o escritos o discursos de Putin (como, por ejemplo, el que pronunció en julio 12 de 2021, entre otro material, como el que aparece en el National Security Archive (ver, por ejemplo, "NATO Expansion: What Gorbachev Heard", disponible en: https://nsarchive.gwu.edu/briefing-book/russia-programs/2017-12-12/nato-expansion-what-gorbachev-heard-western-leaders-early) o recomendaciones que se ofrecían en cuanto a la expansión de la OTAN (por ejemplo, por parte de Brookings en 1997 en cuanto a que era una idea adecuada, disponible en: https://www.brookings.edu/research/enlarging-nato-a-questionable-idea-whose-time-has-come/).

Como muestra de los problemas que pueden ayudar a entender la decisión de Putin, si es que fue su decisión (¿qué es, en realidad, una decisión presidencial?), vale la pena considerar lo que dos académicos tienen que decir sobre Estados Unidos ante Rusia:

Vice News, "American Scholars Say the Real Threat to the U.S. Is Rusophobia", disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=SJBQikfYyKs

Por su parte, vale la pena considerar esta entrevista con Dugin y considerar si ello ayuda en algo a que en el gobierno de Estados Unidos se pueda tener confianza en las intenciones de Putin:

BBC Newsnight, "Alexandr Dugin: 'We have our special Russian truth", (con un cuadro interesante en el lado izquierdo) disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=GGunRKWtWBs

El que aclare desde el principio que he buscado información sobre este tema es por una razón sencilla: sin información confiable es imposible el análisis político. Sin embargo, no es meramente tener información y una posible explicación. Digamos, se puede recurrir a una basada en la personalidad o la psicología de Putin. Aunque interesante, ello abre las puertas a la necesidad de considerar la psicología de su círculo más cercano. Por una parte, lo que se vuelve importante no es la psicología de cada uno, sino el que como grupo puedan cometer errores en su razonamiento o que empiecen a ver un aspecto del mundo, sin más (por ejemplo, los problemas que se estudian bajo groupthink). Por otra parte, el enfatizar ese aspecto psicológico de un individuo puede resultar en que se pierda de vista que lo que se busca entender es por qué se tomó una decisión, no las filias o fobias de aquellos en posiciones de liderazgo. Se necesita algo más que eso. En este sentido es que ayuda significativamente el conocer la historia sobre un tema (las relaciones entre Rusia y Ucrania, OTAN y Estados Unidos) porque ello afecta la forma en que se toman las decisiones. El acontecimiento que nos interesa debe ser consecuencia de decisiones y acciones tomadas en un tiempo previo y que afectan las opciones disponibles para quien toma la decisión en el punto 0, por llamarlo así.


III. El acontecimiento

En febrero 24 de 2022, Rusia invadió Ucrania bajo el pretexto de "desnazificar" a ese país, tema que se retomó en Moscú durante la conmemoración de la derrota Nazi en mayo 9, fecha que ya parece distante. Lo increíble es que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenzkiy (2019-), es judío; los grupos radicales asociados a los neonazis en ese país no obtienen un voto siquiera mínimamente relevante en las elecciones, algo que también ocurre en tros países y sin que se considere que deban ser "desnazificados" (Estados Unidos es un ejemplo de ello, como se discute en la página del Southern Poverty Law Center o la Anti-Defamation League, disponibles, respectivamente, en: https://www.splcenter.org/ y https://www.adl.org/); y que uno de los monumentos más importantes para conmemorar a los muertos por las atrocidades Nazis contra los judíos, Babi Yar o Babyn Yar, se encuentra en Kiev.

(Concierto conmemorativo en Babi Yar, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=V1FMoQ8Aylg&t=241s)

Por lo que se ha reportado, el gobierno ruso esperaba una victoria rápida y contundente, el éxito gracias a un nuevo blitzkrieg (hablando de "desnazificar", siquiera sea en el lenguaje) y porque la gente los recibiría con los brazos abiertos. Contrario a esa expectativa, la guerra se ha prolongado y se teme que pase a ser como la guerra de trincheras que caracterizó a la Primera Guerra Mundial (1914-18). Al menos queda claro que las pérdidas humanas y la destrucción han sido brutales; las fuerzas armadas rusas no están tan bien preparadas como se asumía; la preferencia rusa es por destruir lo que puedan (Chechenya y Siria son ejemplos de ello, siendo que el Ejército Rojo tenía reputación de ser brutal en la destrucción y en el poco respeto de los superiores por tropas no siempre muy bien preparadas o suministradas); y las fuerzas armadas en Ucrania aprendieron de la experiencia en 2014 y que están defendiendo a su propio país (además que el apoyo de Estados Unidos, Inglaterra y la OTAN han marcado una diferencia, al menos por el momento). Lo que empieza a preocupar, empero, es que Rusia avanza lentamente, Ucrania se queda sin recursos y la existencia misma del país se pueda poner en duda. Claro, después de la situación reciente entre Lituania y Kaliningrado surge la duda de si, y cuándo, pueda extenderse la guerra.

Más allá de la retórica en cuanto al uso de armas nucleares por parte del gobierno ruso, tema que ya no se menciona y que el gobierno ruso ya niega, y de los temores en cuanto al inicio de una nueva guerra mundial, algo cada vez menos hipotético en este momento, resulta mejor, o más importante si se prefiere, considerar cómo es que se puede analizar ese acontecimiento, siquiera en forma rápida y sencilla. De ahí que sea necesario considerar cómo es que se tomó la decisión de invadir.

Para esta propuesta de análisis dejaré de lado problemas conceptuales y sólo consideraré posibles explicaciones. Es como estar al inicio de una investigación, en que sabemos que nos interesa un problema, por lo que después de revisar la literatura e información disponible pasamos a considerar las explicaciones que se ofrecen, encontrar huecos o lo que nos convence, y buscar una explicación alternativa. Queremos encontrar aquella explicación que sea más convincente.

De lo que se ha estudiado se pueden encontrar varios elementos comunes (no es una lista exhaustiva, sino ilustrativa):

  1. Hay personas importantes debido a los puestos que ocupan, en especial dos: Putin y Zelenskiy (aunque también asesores, secretarios, generales que en ocasiones toman un lugar más prominente, dependiendo del tema relacionado con la invasión o la guerra misma; se puede pensar en Sergey Lavrov, por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa).
  2. Existen acusaciones por parte de Rusia en cuanto a que Estados Unidos pone en peligro su existencia y por parte de Estados Unidos y la OTAN en cuanto a que Rusia tiene ambiciones imperiales o, de menos, busca regresar a una situación ex ante, es decir, como cuando existía la URSS.
  3. Existen ciertas confusiones que se remontan a finales de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado en cuanto a la expansión de la OTAN, confusiones que se vuelven mayores cuando se desintegra la URSS. Debe recordarse que los países que eran parte del área de influencia soviética buscaron democratizarse y desarrollar una economía de mercado, por lo que buscaron relaciones más cercanas con Occidente y mecanismos de defensa ante la posibilidad de inestabilidad generalizada en Rusia por el colapso de la URSS.
  4. En esas confusiones entran y salen diferentes personas importantes (Bush/Gorbachev/Kohl, Clinton/Yeltsin, Bush/Putin, Obama/Putin/Merkel, Trump/Putin, Biden/Putin), sin que parezca que haya continuidad en las discusiones relacionadas con soluciones, aunque sí en cuanto a un problema que molesta cada vez más en Rusia: la expansión de la OTAN (se puede considerar que aumenta la intensidad del descontento en Rusia). Un punto de contención es precisamente Ucrania, en que un "golpe de estado" puede ser visto tanto como una consolidación de la democracia o un aviso a intensiones preocupantes para Rusia (ver los dos vídeos que aparecen después de estas consideraciones).
  5. Después del colapso de la URSS, Estados Unidos parecía ser el poder indisputado global, pero para principios del siglo XXI empiezan a verse problemas con esa imagen y para finales de la década, gracias a la crisis financiera de 2008-2009, se ve con menor claridad que sea un país tan sólido como se creía. No se olvida, empero, la ambición imperialista que se consideró durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009).
  6. Al mismo tiempo, China empieza a surgir como competidor cada vez más creíble a esa hegemonía estadounidense, siendo que para la segunda década del siglo se empieza a considerar la posibilidad de una guerra entre los dos países (Allison 2017). Sin que fuera tan claro, Rusia fue haciendo lo mismo en cuanto a competir con Estados Unidos. Los gobiernos de los China y Rusia lograron, asimismo, éxitos diplomáticos al hacer disponibles sus vacunas contra la Covid, en tanto que Estados Unidos y la UE pasaron a ser vistos como abusivos. Tal vez no sea tan extraño que exista la idea entre países no alineados con Estados Unidos y la UE, o que ya no están tan alineados, que los problemas que se viven desde el inicio de las hostilidades se deben a ese país y ese bloque y no a Rusia.
  7. En Rusia, Putin adquiere la imagen de ser quien resuelve problemas, gusta recurrir a las fuerzas armadas para cualquier problema internacional, reduce las libertades y gusta envenenar a sus opositores, sin que haya consecuencias por esos comportamientos. La retórica, interna e internacional, en contra de esas acciones han ido en aumento, sin que se haya logrado gran cosa. Claro, llegó Trump a la presidencia y básicamente decidió que en Europa deben resolver sus problemas sin Estados Unidos y que Putin no es un enemigo o competidor de Estados Unidos, sino que el problema es China. Biden -- más bien, el equipo que encabeza Biden -- empieza a reconstruir los vínculos con la UE, sin que se pueda olvidar la salida rápida y desordenada de Afganistán, y que mejoren las relaciones con China. ¿Alguien se acordará de Afganistán y esa salida?
  8. Llega a la presidencia en 2021 una persona mayor que tiene que enfrentar problemas internos serios, incluyendo las consecuencias de la peor violencia desde la Guerra de 1812 y la Guerra Civil (1861-65) gracias a la revuelta de enero 6 de 2021. Algo que puede haber sido un elemento clave para entender la invasión rusa es el acto sorpresivo con el que la administración Biden retiró, en desorden, las tropas en Afganistán (agosto 30 de 2021), dejando la impresión de un gobierno desorganizado en el frente internacional, que además hereda el aislacionismo de Trump y apenas empieza a reconstruir lazos con Europa y otros aliados. Sin embargo, decisiones como las de Afganistán no se toman rápidamente y a la ligera, por lo que habría que considerar que fue con Trump que se buscó esa salida. Sin embargo, es a Biden a quien se culpa de esa decisión, una que ya estaba en proceso. Asimismo, no sabemos el tipo de información de inteligencia que recibía Biden y que hiciera imperativa esa salida.
  9. Para noviembre de 2021 se empieza a reportar movimiento de tropas rusas a las fronteras de Ucrania, tanto en Bielorrusia (el presidente, Alxander Lukashenko, se impuso en las elecciones, tuvo que enfrentar desorden y Putin llegó en su apoyo, creando una deuda) como en la región ocupada por Rusia al este de Ucrania, el Donbás. Ucrania, Estados Unidos e Inglaterra advirtieron sobre una posible invasión, algo que se negó en Rusia, incluso en tono burlón.
  10. Para este momento ya han pasado meses de la invasión. Estados Unidos y la UE han apoyado a Ucrania, pero lentamente y en apariencia en cantidades insuficientes. Ucrania está sobreviviendo, sin que quede claro por cuánto tiempo pueda mantenerse su gobierno. Tampoco queda claro que no vaya a extenderse la guerra a otras partes de Europa. Lamentablemente, y como ha ocurrido en situaciones similares, se habla mucho y se hace muy poco. La ventaja la tienen los autoritarios o los dictadores, no quienes están al frente del poder ejecutivo en las llamadas democracias. Claro, si el incentivo electoral es tan importante, los gobiernos de esas democracias no pueden ignorar que la ciudadanía empieza a estar más preocupada por sus bolsillos que por lo que pasa en Ucrania. Asimismo, queda la duda de si quienes están al frente de países como Inglaterra o Alemania realmente están dispuestos a llegar tan lejos como sea necesario en esta situación.

Vale la pena considerar estos dos documentales como visiones contrarias en cuanto a un acontecimiento en Ucrania, uno que en mucho puede haber acabado con las dudas que se tenían en el Kremlin sobre las intenciones de la UE y la OTAN. Debe considerarse, claro está, que no es lo mismo recurrir al análisis de libros y artículos que, en menos de dos horas cada documental, considerar que ya se entiende mejor lo que sucede.

Netflix, Winter of Fire: Ukraine's Fight for Freedom, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=yzNxLzFfR5w&t=17s

Como contraste vale la pena considerar esta otra visión:

Global Tree Pictures, Ukraine on Fire, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=5-UJ8S63Tsw&t=32s

Con esta visión a vuelo de pájaro es que podemos pasar al problema de si es la "guerra de Putin" o es más que algo que haya decidido él.


IV. La personalización de la política y las explicaciones parciales o erróneas

Un hallazgo en psicología social es que la gente, cuando busca entender la política, tiende a centrar su atención en quienes ocupan los puestos más altos dentro del gobierno. De esta forma, los individuos pueden reducir la complejidad de lo que ocurre en el mundo del gobierno o, en tal caso, de la política en general. Se deja de lado el sistema de gobierno y se personaliza, por decirlo así, el actuar en el gobierno con base en lo que dice o hace una persona. Otra forma de decir lo mismo es que centrarse en el presidente o en el primer ministro simplifica la realidad política. Si algo ocurre es porque esa persona tomó una decisión y que se va a acatar esa decisión. Si la economía va bien es gracias a las decisiones que toma el presidente, si va mal es por las decisiones que toma el presidente. Esto ayuda a dejar de lado a todas las otras personas que también toman decisiones en el poder ejecutivo, legislativo, judicial, burocracias independientes dentro del gobierno, partidos políticos, grupos de interés, grupos de presión o representantes de gobiernos extranjeros. Así, en esa forma de ver el mundo, el presidente o el primer ministro es quien inicia un proceso o, en tal caso, lo desvía o lo detiene.

No es de extrañar, entonces, que se dé tanto peso a interpretaciones de corte psicológico, en especial en los medios de comunicación. A pesar de su atractivo, y al menos en el caso de Estados Unidos, ese tipo de interpretaciones no ayudan gran cosa a entender los procesos de toma de decisiones dentro de la presidencia. En tal caso, se puede tomar la actitud sencilla, pragmática y no exenta de evidencia, que todo político es un psicópata. Está bien. No es posible seleccionar ni a filósofos ni a personas equilibradas mentalmente. Sin embrago, es difícil creer que todo un país pueda ser controlado meramente por una persona. En tal caso, necesita rodearse de miles de desequilibrados para que se haga su voluntad, por lo que el problema toma un cariz diferente. ¿No acaso los leales convencidos son quienes pueden llevar a cabo la revolución o la transformación gracias a la creación del "nuevo hombre socialista" o ideas por el estilo?

Se puede partir de la posibilidad que la psicología presidencial o del líder como la hipótesis de trabajo, por lo que habría que determinar conceptos, operacionalizarlos, plantear hipótesis en forma, diseñar el estudio y todos esos pasos que conforman una investigación. Alternativamente, se puede ir más allá de considerar esa posibilidad como la opción a investigar y tomarla como punto de partida para plantear dudas en cuanto a lo útil de esa opción antes de comprometerse a tomarla como el punto de partida de una investigación. Se busca encontrar una mejor explicación antes de siquiera iniciar una investigación en forma.

Digamos que Putin es un macho alfa o un bully. El que se hable de "su guerra" no deja de ser interesante. Se puede alegar que esa decisión es una compensación para algunas de sus carencias o que es una forma de mostrar quién grita más y mejor. Se pueden considerar otras posibles "razones" de ese tipo, pero dejemos esto en algo sencillo: es alguien que necesita dominar y esa guerra es su forma de mostrarlo. Tomemos esto como la posible explicación en cuanto a la invasión. Si encontramos debilidades en esa posible explicación entonces estaremos mejor buscando alternativas más sólidas, con base en la evidencia y con base en lo que se ha aprendido. Esto nos lleva a un ejercicio para buscar cuál de las posibles hipótesis podría ser más fructífera para entender el acontecimiento de interés, que en este caso es la invasión de Ucrania.

No es difícil entender por qué se centra tanta atención en Putin. Él es quien ha creado una imagen de macho alfa y de bully, sin lugar a dudas. Al mismo tiempo, esa es parte de la imagen total, no la imagen total que ha buscado presentar. Lo curioso es que se olvide eso, que no sólo le gusta estar sin camisa, dominando animales o siendo el foco de atención en los desfiles militares. También existe un Putin que toca el piano (menos mal que enseñar a tocar un instrumento enseña a no tocar armas) y es amigo de grandes artistas (Valery Gergiev, por ejemplo). También está Putin el amante de la naturaleza y de los animales, el que ama a los perros, ese que cual Beethoven o cual Thoreau gusta de pasearse por la naturaleza y maravillarse ante ella. También está el Putin que se ha vuelto ortodoxo, frecuentando a la Iglesia y a su patriarca de Moscú, Kirill. También está el Putin que es un lector ávido y que gusta discutir sobre historia. Y también está el Putin sentimental, ese que lloró ante la magnífica interpretación del himno ruso en una de sus visitas a Alemania. ¿Estamos seguros que Putin es sólo o principalmente un macho alfa o un bully?

Germany plays Russian anthem like you've never heard it before, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=1bgMl3NQwS4

Ante esta evidencia se puede decir que Putin usa, en tal caso, la careta que le conviene para el público al que quiere impresionar. Es posible. Se dice que el mexicano gusta de usar diferentes máscaras. ¿Somos, entonces, psicópatas sin poder? Tal vez. Como sea, el decir que Putin es un camaleón que a veces puede ser un macho alfa o un bully no ayuda a entender por qué consideró que era mejor invadir que no invadir. Nos puede ayudar el que sea un bully a entender por qué fue por una de las dos alternativas, sin que por ello entendamos por qué pensó que era el momento de hacerlo o que tenía la evidencia suficiente para considerar que ya no podía esperar más el ataque. Implícito en esto está el supuesto que Putin es racional, que por bully que sea tiene objetivos que desea alcanzar y que por ello buscará los mejores medios, y el mejor momento, para alcanzar esos objetivos. Dado que está al frente de un gobierno, debe garantizar el apoyo de quienes serán responsables de llevar a cabo lo que él desea. Habrá muertes y descontento, habrá consecuencias sobre la economía y sobre las familias que pierdan seres queridos, aunque sean pocas las bajas. Está el problema de si se tienen los recursos suficientes para algo como lo que desea hacer. En otras palabras, aunque sea un macho alfa o un bully existen restricciones que no puede ignorar. Decir que es un macho alfa o un bully lo describe, sin que por esa descripción estemos en una mejor posición para entender la decisión de invadir.

¿Qué otros elementos más allá del macho alfa o del bully serían importantes, entonces? Por una parte, su discurso y acciones se han centrado en defender a Rusia de una amenaza externa que proviene de Occidente. En términos sencillos, no es la forma en que se presenta Putin lo que importa, sino aquello que lo motiva, aquello que cree, que sabe y que conoce, todo aquello que lo lleva a actuar. Su objetivo es defender a Rusia, y una guerra defensiva, al menos para él dadas sus creencias, ideas y evidencia, tendría sentido, fuera o no un macho alfa o un bully. Su contraparte, Zelenskiy, no es un un macho alfa o un bully, y sin embargo sus comportamientos como presidente de guerra no son tan diferentes a lo que se podría esperar si fuera uno ¿no? Por otra parte, la imagen de Putin es la de un "gran líder", ese que resuelve problemas. Es curioso ver cómo se ha presentado como la persona que detiene la corrupción de funcionarios, el que pone en su lugar a guardaespaldas cuando no saben tratar a veteranos de guerra, el que sabe de todos los temas competencia del gobierno en el Kremlin y que revisa que hasta los bombarderos cumplan con las especificaciones necesarias. Es un microadministrador muy informado, no un personaje de película palomera de acción. Además, quita del camino a la competencia latosa como buen hombre renacentista que es. ¿O los Borgia eran machos alfa y bullies nada más?

Más allá de quién resuelve problemas y quita del camino a la competencia latosa, se podría decir que es el tipo de líder que podría rememorar a los zares (tal vez sea cierto que sólo se puede gobernar a Rusia con mano de hierro y con el apoyo de la Iglesia Rusa Ortodoxa), pero que, por la forma en que actúa, podría rememorar más a Lenin (1917-24) o a Stalin y, curiosamente, a los modelos que admiraba Stalin. Se ha comentado que, con él, Rusia ha regresado al autoritarismo y que se ha movido en la dirección del totalitarismo. No se puede ignorar la existencia de un aparato represivo que facilita la vida para quien busca tomar decisiones, al menos mientras sea exitoso. Sin embargo, esto sigue estando en el ámbito de un agente que al ser racional puede usar la careta que le convenga para mandar el mensaje que sea más útil o necesario en el momento adecuado. Es más que un problema psicológico, en tal caso. ¿Por qué lo obedecen los otros agentes que podrían retar su poder si podrían ser el macho dominante de la tribu?

Mosfilm, Ivan the Terrible (the Great?), part I, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ZYOxxp_EVxc

He partido del "perfil psicológico" de Putin, por llamarlo así, como posible explicación para la guerra y considerado algunos elementos que hacen pensar que debe haber algo más que un macho alfa o un bully actuando su deseo de pasar a la historia por sus agresiones. En forma inicial, ya se ha puesto en duda que la invasión se puede deber a que es un macho alfa o un bully. ¿Por qué? Porque su actuar no es el de quien se impone sin más, sino el de quien analiza la evidencia y llega a las conclusiones que cree más acertadas, sin que por ello esté diciendo que su decisión haya sido correcta. Lo que me interesaba era considerar si esa idea del macho alfa o del bully nos llevaba muy lejos. La hipótesis inicial empieza a ser menos atractiva.

Existen, entonces, otras hipótesis más completas y que nos lleven a entender mejor por qué ocurrió la invasión y que no dependan de las características de un solo individuo. Vale la pena considerar con mayor detalle esas otras opciones. Como se mencionó, esto sería previo a iniciar una investigación, por lo que es mejor tomarlas como notas para ir determinando lo que podría ser una mejor posibilidad para entender el acontecimiento.

  • Lo primero que debería interesarnos es saber cómo empezó, o cómo es que podría haber empezado, ese conflicto. Saber que empezó en un día dado es un hecho que no nos dice por qué se llegó a ese resultado. A final de cuentas, se podría haber decidido que era mejor no invadir o posponer para otro momento esa acción. Es indudable que hubo consideraciones estratégicas militares para esa fecha, por lo que al menos queda claro que la decisión se debió a restricciones más allá de lo que, en tal caso, podría haber deseado Putin. Está, además, el que los servicios de inteligencia británicos y rusos estuvieron advirtiendo desde noviembre de 2021 que Rusia atacaría a Ucrania. Los rusos lo negaron. Digamos que se consideró mejor no invadir a pesar del movimiento de tropas en Bieolorrusia y el este de Ucrania (es una especulación). Sin embargo, el que se hicieran públicos esos planes podría haber forzado la mano de Putin debido a presiones de su propio ejército: es mejor actuar y mostrar fortaleza que reconsiderar (también es una especulación).
  • En todo esto surge la duda: ¿no consultó con nadie esa decisión Putin? Difícil que haya sido así. Una invasión, hasta una mal preparada, lleva tiempo y requiere logística. De menos, Putin consultó con el alto mando militar. Lo que se sabe es que los rusos esperaban una victoria rápida, por lo que desde ese punto de vista hubo una preparación que parece adecuada. Para desgracia de ellos, se enfrentaron con un escenario diferente al que habían considerado, por lo que la planeación resultó inadecuada e incluso incompetente. La realidad, o la Fortuna, no quiso jugar con Putin y su equipo. Nuevamente, aparecen las restricciones.
  • ¿Putin tomó la decisión de invadir sólo, en su estudio en el Kremlin? Tal vez sí. Tal vez no. Eso se sabrá con el tiempo, pero, si es como otros individuos en esas posiciones, lo debe haber discutido con al menos otra persona, debió haber considerado costos y beneficios (algo que requiere tener información), entre muchos otros elementos. Es difícil que no haya considerado diferentes escenarios, algo que depende de lo que la información que le hayan proporcionado sus asesores. La decisión de Putin, si es que lo fue, puede haber cambiado con esas discusiones. La forma de la decisión final fue aprobada por él, sin que se pueda decir que fue meramente su decisión.
  • Existe la posibilidad que Putin haya tomado la decisión de invadir y que nadie se haya atrevido a contradecirlo. Eso es innegable. Sin embargo, si fue así entonces el problema no es sólo en cuanto a él, sino a una cadena de mando y a una cadena de generación de inteligencia y de opciones que falló. Es más sencillo considerar una mala decisión con base en supuestos erróneos que una tomada con base exclusivamente en el temor a contradecir al jefe -- a final de cuentas, hay muchas formas sutiles y placenteras de presentar dudas y problemas con lo que se desea hacer --. Pero incluso si fue una decisión de una persona, no se puede olvidar que otros fueron responsables de darle contenido a esa decisión. La decisión del líder pasa a ser la decisión de otras personas. Hay diferencias sutiles que pueden, sin quererlo, modificar el plan original sin que nadie se percate de ello en el momento. Eso se sabrá con el tiempo.
  • Hay que recordar que Putin vivió el colpaso de la URSS y el trato displicente de los vencedores con el antiguo poder global. Vio que Estados Unidos y la OTAN querían estar cada vez más cerca de Moscú. No existían razones objetivas para pensar que ese expansionismo era neutro. En tal caso ¿por qué Estados Unidos y la OTAN no han buscado con mayor énfasis y seriedad una alianza con Rusia y han preferido ese expansionismo? ¿Por qué siempre la confrontación? Ante esto, no es difícil entender cuál sea el objetivo que más le pueda preocupar a Putin: proteger a Rusia de sus enemigos (y, en tal caso y si se puede, debilitar a esos enemigos). Lo que no se puede dejar de lado es que quienes están en el Kremlin y en el círculo cercano a Putin tienen experiencias comunes y preocupaciones similares. En tal caso, lo que podría explicar la decisión es o una ceguera grupal o una preocupación de ese grupo en que no encontraban otra cosa excepto evidencia del peligro que representaba Estados Unidos y sus aliados para Rusia. Era mejor tomar el riesgo de actuar. No se puede olvidar que desde el gobierno de Estados Unidos se ha atacado a otros gobiernos e incluso se ha buscado el cambio de régimen. La "paranoia rusa" no sería meramente paranoia, tomando en consideración el cambio de dictador molesto pero preferible a enemigo abierto que sufrió Saddam Hussein después de 9/11.
  • Putin es una de varias personas importantes en el Kremlin. Podrá ser el más visible y seguramente el más poderoso, pero hay otras personas que deben ayudar en la toma de decisiones y que también tienen sus propios recursos y poder. ¿Todas las personas que rodean a Putin son sumisos al líder? Si es así ¿cómo lo sabemos? ¿Sólo porque se dice que eliminó a los que no compartían su visión del mundo? Aunque fuera así ¿cómo sabemos que nadie cuestiona las decisiones del líder? La respuesta sencilla es que eliminó a todos los posibles contrincantes y que ha logrado infundir temor en los que quedan, como pareció verse cuando los llamó a justificar ante la TV lo que parecía ser una decisión ya tomada. El problema, sin embargo, es que tal vez no tenga que recurrir al terror con quienes lo rodean. ¿Cómo sabemos que no hay otra posible explicación, como el que ese grupo comparta las mismas creencias y temores, aunque no sean de su círculo cercano, que vean en Putin el mejor capacitado para acabar con aquello que les preocupa y que más que temor es confianza en las decisiones de ese individuo? El proceso de eliminar gente no tiene que ser con base en lealtades, sino con base en visiones comunes acerca de la realidad. Alternativamente ¿cómo sabemos que no viven en una burbuja, aislados del mundo, creyendo que su acuerdo acerca de la realidad no es un error de percepción?
  • Dado que otras personas importantes rodean a Putin, se puede considerar que los temores y fobias de intelectuales y políticos cercanos a Putin pueden haber sido más importantes en cuanto a tomar la decisión de invadir por las presiones a las que fueron sometiendo al líder. No sólo daban sentido a lo que había ocurrido desde la caída de la URSS y las acciones de los contrincantes, sino que ofrecían una posible salida a esos retos e iban dando forma a lo que Putin pensaba sobre Rusia en el contexto global y ante la OTAN. No se consultó con gente más allá de quienes pensaban de la misma manera.
  • Desde Rusia se han escuchado, por años, quejas en cuanto a que Estados Unidos y la OTAN buscan destruir a Rusia. Es innegable que la OTAN se ha expandido en las fronteras de Rusia y que la posibilidad que Ucrania pasara a formar parte del club podría haber sido visto como evidencia, como algo que corroboraba, los deseos de destruir a Rusia. Un gesto, como lo de las armas nucleares por parte de Ucrania, en nada reducía el riesgo para Rusia. Los temores de intelectuales y del círculo cercano a Putin, cuando no del propio Putin, se verían confirmados. No se puede negar que ha habido malos entendidos entre Rusia y Estados Unidos o Alemania en cuanto a la expansión de la OTAN, incluso desde antes de la disolución de la URSS entre 1989 y 1991 y durante la presidencia de Boris Yeltsin (1991-99), quien decidió quién sería su sucesor. ¿Quién fue? Putin.
  • Pueden haber estado presentes problemas de tipo estratégico que sean independientes de las características de las personas relevantes. Tal vez se consideró que el presidente ucraniano no tendría la capacidad o el "carácter" para aguantar la presión de la invasión y que sucumbiría rápidamente, siendo que se centró la atención, erróneamente, en un individuo y en uno de los poderes del gobierno. Tal vez se esperaba que hiciera sus maletas y dejaran un vacío de poder, con lo que colapsaría el gobierno. No era que los recibieran con los brazos abiertos, sino que no habría un gobierno. A final de cuentas, era un comediante antes de ser presidente y tal vez el papel real le quedaría muy grande (y a veces, en el escenario internacional, parecía que así era). Ahora bien, no sólo podrían estar presentes percepciones sobre la debilidad del presidente ucraniano, sino que se podría haber supuesto que Estados Unidos ya es un poder en decadencia, siendo prueba de ello la salida precipitada de Afganistán y la edad avanzada y la aparente desorientación en la que vive el "hombre más poderoso del mundo", por no mencionar algo en cuanto a las tensiones y problemas que dividen a la ciudadanía. Asimismo, la UE es mejor para demostrar desunión y lentitud burocrática para reaccionar a problemas que otra cosa. Hasta antes de la invasión, se mostraba más desunión que cohesión en las decisiones (algo que podría regresar en unos meses o para 2023). Claro, esa información y esos supuestos no tenían por qué haber sido correctos, y aunque lo hubieran sido siempre existe un elemento de aleatoriedad y de sorpresa. La Fortuna no siempre está de acuerdo en que las cosas sean como parecen ser o como nos gustaría que fueran.
  • A esto se pueden añadir los deseos no secretos por parte de Rusia y de China por modificar o acabar con el orden mundial que ha imperado desde 1945, el orden liberal capitaneado por Estados Unidos a veces en forma contraria a los principios liberales. Cómo es que se están tomando decisiones en los países beligerantes y cómo se están creando coaliciones a favor de cada uno de los bandos, determinarán, al menos en parte, las posibles consecuencias de esa guerra.

Como tal, no he ofrecido una respuesta en cuanto a que sea o no la "guerra de Putin". He ofrecido diferentes razones por las que es difícil creer que sea "su guerra" y que, aunque lo fuera, ello se deba a que sea un macho alfa o un bully. Hay mucho más que considerar que a esa figura visible tan sencilla de caricaturizar. Que la decisión final sea suya no se traduce en que el proceso por el que se llegó al plan que permitió la decisión sea suya. No sólo eso. Existen elementos previos y acciones o inacciones por agentes individuales o agregados fuera de Rusia que daban mayor credibilidad a lo que sería la base de la decisión: Rusia corre peligro ante la OTAN (que Estados Unidos tenga tanto poder como se cree en la OTAN es tanto un problema empírico como otro tema). 

Putin's Imperial March, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=7-tcHmLn2W4


V. A modo de conclusiones: un futuro cada vez más complicado

Para ahora se sabe que algunos países en Medio Oriente y África padecerán hambruna debido a la guerra. Ni Ucrania ni Rusia están exportando trigo como lo había hecho hasta antes de la guerra. Los precios del petróleo han aumentado debido al embargo a Rusia, algo que no ha dejado de tener beneficios para el país castigado. Lo que parecía la continuación de la recuperación mundial, a pesar que continúe la pandemia, empieza a ser algo que podría augurar una recesión, cada vez más creíble por la lucha de los bancos centrales contra la inflación. China enfrenta nuevos brotes de Covid-19, desaceleración e inflación. No es un país precisamente estable, aunque parezca serlo. La guerra en Ucrania está teniendo consecuencias a nivel mundial. Ni el México del optimismo narcotransformador se salva de los efectos de una hambruna. Para algunos estudiosos, esta situación se traduce en el regreso a la era de la estagflación que se vivió en los setenta del siglo pasado, aunado a una época de hambre y revueltas sociales e inestabilidad política. ¿Todo por la decisión de un individuo?

Se puede decir que existe un punto de inflexión en la situación global, uno que empezó el febrero 24, sin que se pueda saber, como se dijo después de septiembre 11 de 2001, que sea el inicio de una nueva era en la historia mundial. Lo que se puede decir con mayor seguridad es que sin ciertos acontecimientos previos que no se hubiera dado ese posible punto de inflexión. Surgen, empero, varias dudas. ¿Cómo sabemos que en efecto lo que ocurrió en febrero 24 puede ser un punto de inflexión y no un acontecimiento que impida el regreso al mundo previo a ese día? Si en efecto llegara a ser un punto de inflexión ¿lo sería por la invasión o por otros acontecimientos que se juntaron con ese e hicieron imposible un regreso al mundo previo a 2022? Dejando de lado la visión a futuro ¿cómo podemos determinar qué acontecimientos previos llevaron a que desde un gobierno se decidiera atacar a otro para quitarlo del poder? ¿Qué tanto es que esos acontecimientos previos fueron cerrando las opciones para los tomadores de decisiones y qué tanto es que las decisiones de esos individuos fueron independientes de esos acontecimientos anteriores? ¿Qué tanto de lo que ocurre ahora se debe a lo que haya decidido un individuo, si es el caso que sean las decisiones de un individuo las que determinan acontecimientos tan complejos como una guerra? Se ha comentado que "desnazificar" no era otra cosa que código para "cambio de régimen", sin considerar que el cambio de régimen podría darse en otro país y no el país objetivo. ¿Se puede decir que fue una mala decisión de un individuo y no de un equipo, una que podría acabar con ese equipo?

¿Qué puede contribuir el análisis político a entender lo que llevó a esa fecha y lo que pueda pasar después de ella? De menos, a reducir el entusiasmo por centrar todo en las decisiones de una persona prominente en el gobierno. Por una parte, en los gobiernos no sólo existe una persona relevante, sino diferentes agentes con diferentes capacidades de hacer que algo suceda o no. Por otra parte, existen procesos que son previos a, e incluso independientes, a ese individuo prominente visto como el líder.

Lo que he presentado en esta entrada son apenas algunas de las dudas en cuanto a la idea de que Putin sea tan importante como se pueda llegar a creer y que es menos una cuestión de personalidad -- o de explicaciones que simplifican de más la realidad -- y cuestión de elementos más allá de la psicología de una persona o de las acciones de una persona. El que se reconociera eso porque se entiende y conoce por qué en un gobierno una persona es más visible sin que por ello sea la que mueve al sistema sería un logro. Al menos de aplaudiría o se atacaría menos a una persona y se vería más en cuanto a los equipos alrededor de esa persona.

Una aclaración final. Tengo una postura clara en cuanto a esta guerra. Sin embargo, cuál sea esa postura es menos relevante que entender lo que sucede. Si somos incapaces de controlar sentimientos o de guiarnos por filias y fobias será difícil que podamos llevar a cabo un análisis. Lamentablemente, vivimos en la época de filias y fobias, más que en una época de racionalidad y equilibrio de ésta con las pasiones. No es de extrañar el rumbo que lleva el mundo.

 

Bibliografía

Allison, Graham: Destined for War. Can America and China Escape Thucydide's Trap? (New York: Mariner, 2017)

Downs, Anthony, "Up and Down with Ecology -- the 'issue-attention cycle'", Public Interest, 28 (1972, Summer), pp.38-50, disponible en: https://www.nationalaffairs.com/public_interest/detail/up-and-down-with-ecologythe-issue-attention-cycle

Joyce, Kathryn, "Amid all the gloating, anti-abortion right dreams of bigger wins -- and possible violence", Salon, June 24, 2022, disponible en: https://www.salon.com/2022/06/24/amid-all-the-gloating-anti-abortion-right-dreams-of-bigger-wins--and-possible-violence/

Putin, Vladimir, "On the Historical Unity of Russians and Ukranians", junio 12 de 2021, disponible en: https://www.rusemb.org.uk/article/708

 

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